martes, 5 de agosto de 2014

Cosmovisión rebelde del consumismo (2007)

Las pautas que rigen las formas de vida en las ciudades pueden reconstruirse de acuerdo al modo en el cual se organizan los diagramas de flujos de personas, capitales, trabajos, subjetividades, etc. De esta manera se hace presente un interrogante que nos demanda la proyección de posibles consecuencias en la toma de decisiones, para dirimir responsabilidades en la implementación de acciones. Si todavía hay un pequeño sector de poderosos que pueden imponer políticas a partir de intereses individuales es porque hay una mayoría que continúa excluida social y económicamente. Para todos ellos/as, el Estado y sus aparatos disciplinarios se esfuerzan en el despliegue de un arsenal de herramientas que contengan la protesta y la organización a fin de suprimir cualquier posible exabrupto emancipador. Encauzar la actividad multitudinaria en una única vía (la del consumo), en cambio, es el papel desempeñado por la publicidad y el marketing que promueven identidades y sensaciones a través de la venta de productos y servicios. Reforzar estos mandatos mediante su difusión masiva, le compete al rol de los medios de comunicación. La continua exposición a estas exigencias nos sumerge en un círculo vicioso que se mueve al ritmo de un lema chillón, reactualizado en cada cambio de moda, “viví para trabajar-trabajá para consumir-consumí para ser alguien en la vida”. - 
http://www.iconoclasistas.net/post/la-ciudad-posmoderna/#sthash.nSTdsyzO.dpuf


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