El Proyecto, centrado en el tema "Transformaciones en los procesos de trabajo en las sociedades capitalistas. Problemas y perspectivas", aborda una problemática vigente, en perspectiva histórica, recogiendo enfoques actualizados de una disciplina - como lo es la Historia - en diálogo con diversas ciencias sociales.
La temática ha sido escogida por su relevancia en los tiempos presentes, a escala global, dados fenómenos tales como la creciente desigualdad social, el desempleo, la pérdida de derechos laborales, el empobrecimiento de la concepción y de las prácticas propias de la ciudadanía. Vinculado con la temática se enfatizará “la crisis de la sociedad del trabajo” y los cambios en las formas de la movilización social. Los contenidos específicos se detallan en los manuales para alumnos correspondientes a cada categoría. Un análisis de cuestiones como las arriba enunciadas, que haga posible la comprensión de los múltiples factores que ayudan a entenderlas, es un paso fundamental para el ejercicio pleno de los derechos de ciudadanía y para el compromiso personal y la acción social necesaria que contribuya a la construcción de una sociedad más justa. |
Un espacio para compartir recursos que permitan desarrollar secuencias didácticas para educación secundaria en Antropología y Sociología. Todos tus aportes serán bienvenidos
martes, 26 de agosto de 2014
Manuales de las olímpiadas de historia
VER MANUALES
Algunas ideas para pensar la construcción de propuestas de aprendizaje
DOCUMENTO PRODUCIDO POR EQUIPO ASESORAMIENTO PEDAGOGIGO COLEGIO SECUNDARIO JUANA AZURDUY - GRAL. PICO
Este documento tiene la intención que como
equipo docente y desde la perspectiva institucional, pensemos sobre la
importancia de planificar la propuesta de aprendizaje de los alumnos que tienen que rendir materias previas,
libres o equivalencias. Dichas propuestas se constituirán en una de las
estrategias de acompañamiento con el objetivo de promover aprendizajes
con sentido y prevenir el fracaso y abandono escolar.
Desde
esta perspectiva, se plantean algunos posicionamientos pedagógico-didácticos
que tienen la intención de dar marco a la construcción particular de cada
propuesta. Al respecto, se considera la importancia de tener en cuenta que la
propuesta de cada espacio curricular tiene que:
-
contar
con actividades construidas o bien seleccionadas a partir de las que se han
trabajado, considerando su potencialidad para que los alumnos puedan construir
aprendizajes respecto a todos los temas tratados en el año escolar,
-
estar
formada por tres o cuatro actividades para cada uno de los Ejes o Unidades que
se abordan en el espacio curricular,
-
posibilitar
que los alumnos utilicen las siguientes estrategias de aprendizaje:
Estrategias de elaboración[1]: suponen básicamente integrar
y relacionar la nueva información que ha de aprenderse con los conocimientos
previos pertinentes (Elosúa y García, 1993). Pueden ser de dos tipos: simple y
compleja; la distinción entre ambas radica en el nivel de profundidad con que
se establezca la integración. Estas estrategias permiten un tratamiento y una
codificación más sofisticados de la información que se ha de aprender, porque
atienden de manera básica a su significado y no a sus aspectos superficiales.
Estrategias de organización de la información: permiten hacer una
reorganización constructiva de la información que ha de aprenderse. Mediante el
uso de dichas estrategias es posible organizar, agrupar o clasificar la información,
con la intención de lograr una representación correcta de ésta, explotando ya
sea las relaciones posibles entre sus distintas partes y/o las relaciones entre la información que
se ha de aprender y las formas de organización esquemática internalizadas por
el aprendiz (Monereo, 1990; Pozo, 1990)
Tanto en las
estrategias de elaboración como en las de organización, la idea fundamental no
es simplemente reproducir la información aprendida, sino ir más allá, con la
elaboración u organización del contenido; esto es, descubriendo y construyendo
significados para encontrar sentido en la información. Esta mayor implicación
cognitiva (y afectiva) del alumno, a su vez permite una retención mayor que la
producida por las estrategias de recirculación: se consideran como las más
primitivas empleadas por cualquier alumno (especialmente la recirculación
simple, dado que los niños en edad preescolar ya son capaces de utilizarlas
cuando se requieren. Kail, 1994). Dichas estrategias suponen un procesamiento
de carácter superficial y son utilizadas para conseguir un aprendizaje "al
pie de la letra" de la información. La estrategia básica es el repaso
(acompañada en su forma más compleja con técnicas para apoyado), el cual
consiste en repetir una y otra vez (recircular) la información que se ha de
aprender en la memoria de trabajo, hasta lograr establecer una asociación para
luego integrarla en la memoria a largo plazo. Las estrategias de repaso simple
y complejo son las estrategias básicas para el logro de aprendizajes repetitivos
o memorísticos (Alonso, 1991; Pozo, 1989)
Por lo expuesto, las actividades que se
propongan para los alumnos tienen que promover:
Proceso
|
Tipo
de estrategia
|
Finalidad
u objetivo
|
Técnico
o habilidad
|
Aprendizaje
|
Elaboración
Organización
Organización
|
Procesamiento
Simple
Procesamiento
complejo
Clasificación
de la información
Jerarquización
y organización de la información
|
-
Palabra clave
- Rimas
- Imágenes
mentales
- Parafraseo
-Elaboración
de inferencias
-
Resumir
- Analogías
- Elaboración
Conceptual
-
Uso de categorías
-
Redes semánticas
-Mapas
conceptuales
- Uso de estructuras
textuales.
|
Del
mismo modo, cabe destacar que es importante alejarse de este otro tipo de actividades:
Proceso
|
Tipo
de estrategia
|
Finalidad
u objetivo
|
Técnico
o habilidad
|
Aprendizaje memorístico
|
Recirculación de la información
|
Repaso
simple
Apoyo
al repaso
|
-
Repetición simple y
y
acumulativa
Subrayar
Destacar
Copiar
|
Para finalizar, daremos
algunos ejemplos de actividades que se pueden proponer: leer comprensivamente,
escribir y re-escribir textos, elaborar inferencias, expresar acuerdos y
desacuerdos fundamentando posturas, construir resúmenes, redes semánticas y
mapas conceptuales, responder preguntas reflexivas[2]
(aquellas que exigen selección de datos, comparaciones y contrastes, decisión a
favor o en contra, explicaciones, análisis, comprensión de relaciones entre conceptos,
ejemplificaciones), resolver situaciones
problemáticas que requieran reflexión y establecer relaciones entre variables. Esto permitirá evitar preguntas que den
respuesta si o no, estructuradas con las mismas palabras de un texto estudiado
o que reproduzcan frases idénticas del texto, también aquellas que sugieran o
contengan la respuesta.
[1] Documento:
Estrategias para el aprendizaje significativo: fundamentos, adquisición y
modelos de intervención. Tomado, con fines educativos, de: Díaz-Barriga, F. y
Hernández G. (2003) Estrategias docentes para un aprendizaje significativo: una
interpretación constructivista”. (2ª. Edic.) México, McGraw Hill (pág.231-267).
[2] Documento:
Estrategias didácticas para la enseñanza. En: www.unap.cl/prontus_unap/site/artic/.../estrategias_metodologicas.pdf
Ken Bain - "Lo que hacen los mejores profesores universitarios"
Ken Bain
"Lo que hacen los mejores profesores universitarios"
|
"La clave para comprender la mejor docencia no puede encontrarse en reglas o prácticas concretas, sino en las actitudes de los profesores, en su fe en la capacidad de logro de sus estudiantes, en supredisposición a tomar en serio a sus estudiantes y dejarlos que asuman el control sobre su propia educación, y en su compromiso en conseguir que todos los criterios y prácticas surjan de objetivos de aprendizaje básicos y del respeto y el acuerdo mutuo entre estudiantes y profesores". |
- «Crear un entorno para el aprendizaje crítico natural»: Aprender a pensar críticamente, a examinar la calidad de los razonamientos. «Natural», porque los estudiantes encuentran las destrezas y actitudes que intentan aprender inmersas en preguntas que les interesan. Este ambiente se puede crear en clases magistrales, pero también con discusiones, trabajos de campo u otras diversas técnicas (el método importa mucho menos que el desafío que supone a los estudiantes). Los buenos instructores hacen preguntas a sus alumnos, para invitar a la reflexión y sumergir a los alumnos en los intereses de la disciplina, muchas veces usando problemas interdisciplinarios o intereses generales. Siempre hay preguntas por resolver, por lo que una buena pregunta es «¿Cuál es la próxima pregunta?». Algunos instructores responden con preguntas como «¿Qué piensas tú?» o «¿Qué quieres decir con eso?», otros terminan cada clase con dos preguntas: «¿Qué conclusiones has sacado?» y «¿Qué preguntas se han quedado en tu mente?» (puede pedirse que se contesten por internet o en la siguiente clase). Una buena técnica para empezar una clase es comenzar con una pregunta (a veces inmersa en un relato), luego mostrar la importancia de la pregunta y sus implicaciones, estimular a los estudiantes a pensar críticamente la respuesta y dar argumentaciones sobre cómo responderla (completa o no) y terminar con nuevas preguntas. Unos profesores piden argumentos contra las conclusiones que muestran, otros que se piensen en los supuestos que se están manteniendo al extraer ciertas conclusiones, y otros, que se discutan las implicaciones de las conclusiones halladas. Este aprendizaje se basa en que las personas aprenden más efectivamente cuando:
1) Intentan resolver problemas que ven atractivos o importantes.
2) Lo intentan en un entorno que los desafía, pero los apoya y en el que sienten el control sobre su educación.
3) Pueden trabajar con otros estudiantes para superar los problemas.
4) Creen que su trabajo será considerado justa y honestamente
5) Pueden probar, fallar, y ser corregidos, antes de cualquier evaluación. - «Conseguir su atención y no perderla» y usar «experiencias de aprendizaje diversas»: El profesor Michael Sandel decía que enseñar es «atraer la atención y mantenerla». Para esto es útil empezar con preguntas curiosas, que nunca se hayan planteado así los estudiantes, o utilizando casos reales. Comenzar por los estudiantes, con algo que les importe, lo conozcan o crean conocerlo. Resulta útil usar métodos diversos (visual, auditivo, charlas, debates...).
- «Buscar compromisos» y ayudarles «a aprender fuera de clase»: Una profesora les decía a sus alumnos que la decisión de matricularse es de ellos, pero una vez que han decidido cursar la materia, tienen «responsabilidades con todos los demás miembros de esta comunidad de aprendizaje». También es positivo mirar a los estudiantes, y generar discusiones que despierten su razonamiento crítico.
- «Razonamiento disciplinar»: Ayudar a los estudiantes a pensar como los eruditos. Más que resolver mil problemas, ofrecen explicaciones, analogías y preguntas que ayuden a comprender conceptos para resolver sus propios problemas. Algunos profesores sostienen que antes de razonar hay que aprender cierta información, pero los mejores profesores "asumen que el aprendizaje de los hechos ocurre sólo cuando los estudiantes están a la vez dedicados a razonar sobre esos hechos".
Donald L. Finkel escribió un libro titulado «Dar clase con la boca cerrada» («Teaching with your mouth shut», 2000), "reconociendo que la docencia no es sólo dar clases magistrales, sino cualquier cosa que podamos hacer para ayudar y animar a los estudiantes a aprender ¾sin causarles ningún daño de importancia¾" (sin cometer errores como los comentados anteriormente). Los mejores profesores saben que enseñar no es meramente transmitir conocimiento, sino que conciben "la enseñanza como creación de buenos entornos para el aprendizaje". Estos profesores no eran tan buenos en sus comienzos. Aprendieron, porque se esforzaron en mejorar valorando si sus esfuerzos ayudaban o perjudicaban el aprendizaje de sus alumnos. Para terminar, Bain afirma que todos los estamentos docentes saben que deben preocuparse por la docencia y dicen que lo hacen, pero sin embargo se valora y se financia más la parte investigadora de la universidad.
sábado, 23 de agosto de 2014
miércoles, 13 de agosto de 2014
Secuencias Didácticas para Sociología
1. Género, sociedad y cultura - Profesores Cristian Contreras y Agustina Palczewicz
2. Poder, belleza y consumo - Profesora Vanina Martinez
3. Normas, relaciones de poder y desigualdad de género - Profesora Belén Forneron
4. Burocracias - Profesora Agustina Pensa
5. a. Construcción social de los géneros y patriarcado - Profesoras María Soledad Moldován y Mirian Martín Lorenzatti
Anexo Textos:
5. b. Tipos de violencia contra la mujer
6. a. Estructura social Argentina: Exclusión-Inclusión - Profesoras Laura Tello y Soledad Klein
Anexo Textos:
6. b. La teorías sociológicas
6. c. Transformación de la Estructura social Argentina en el SXX.
7. La mirada sociológica - Profesora Pamela Ussei
8. Nuevas formas de dominación social y de resistencia en torno a la cuestión de género - Profesoras Vanina Casenave y Beatriz Ramos
9. Hegemonía y Contracultura - Profesora María Marta Olave
10. Políticas públicas sociales en Argentina - Profesora Norma Graciela Polisuk
11. Identidades en el marco de la globalización y en los orígenes del capitalismo - Profesoras Graciela Pellegrino y Valeria Aimar.
12. Pobreza y la exclusión social en función de políticas económicas aplicadas en nuestro país durante el SXX. Profesora Laura Hajduk
13. Estructura social desde Los Clásicos de la Sociología - Profesor Diego A. Harbsommer Moreno
14. El problema de la desigualdad social desde los clásicos - Profesor Jorge Videla
Anexo textos:
14. b. Neomarxismo en Argentina
14. c. Apuntes sobre Marx y Weber
14. d. Notas periodísticas para analizar
15. Socialización y redes sociales - Profesora Jorgelina Kloster
16. Estructura social, movilidad social, desigualdad y perspectiva de género - Profesoras Zulma Castignani y Mabel Rivas
17. Participación política de las mujeres en Argentina - Profesoras Zulma Castignani y Mabel Rivas
18. Integración social, desviación y juicios por jurados - Profesoras Brenda Amoedo y Verónica Casavonne
2. Poder, belleza y consumo - Profesora Vanina Martinez
3. Normas, relaciones de poder y desigualdad de género - Profesora Belén Forneron
4. Burocracias - Profesora Agustina Pensa
5. a. Construcción social de los géneros y patriarcado - Profesoras María Soledad Moldován y Mirian Martín Lorenzatti
Anexo Textos:
5. b. Tipos de violencia contra la mujer
6. a. Estructura social Argentina: Exclusión-Inclusión - Profesoras Laura Tello y Soledad Klein
Anexo Textos:
6. b. La teorías sociológicas
6. c. Transformación de la Estructura social Argentina en el SXX.
8. Nuevas formas de dominación social y de resistencia en torno a la cuestión de género - Profesoras Vanina Casenave y Beatriz Ramos
9. Hegemonía y Contracultura - Profesora María Marta Olave
10. Políticas públicas sociales en Argentina - Profesora Norma Graciela Polisuk
11. Identidades en el marco de la globalización y en los orígenes del capitalismo - Profesoras Graciela Pellegrino y Valeria Aimar.
12. Pobreza y la exclusión social en función de políticas económicas aplicadas en nuestro país durante el SXX. Profesora Laura Hajduk
13. Estructura social desde Los Clásicos de la Sociología - Profesor Diego A. Harbsommer Moreno
14. El problema de la desigualdad social desde los clásicos - Profesor Jorge Videla
Anexo textos:
14. b. Neomarxismo en Argentina
14. c. Apuntes sobre Marx y Weber
14. d. Notas periodísticas para analizar
15. Socialización y redes sociales - Profesora Jorgelina Kloster
16. Estructura social, movilidad social, desigualdad y perspectiva de género - Profesoras Zulma Castignani y Mabel Rivas
17. Participación política de las mujeres en Argentina - Profesoras Zulma Castignani y Mabel Rivas
18. Integración social, desviación y juicios por jurados - Profesoras Brenda Amoedo y Verónica Casavonne
Mujeres malabaristas
Por Eleonor Faur *
La alta participación de las mujeres en el trabajo doméstico y de cuidados, así como la cantidad de horas promedio asignadas a estas tareas, indican que las mujeres continúan siendo las principales responsables de estas actividades, cualquiera sea su edad, su posición en el hogar, su nivel educativo y su condición de actividad. En este sentido, los resultados de la encuesta del Indec son más elocuentes que sorprendentes. El problema de fondo es que esta asignación de responsabilidades domésticas persiste aun cuando la matriz societal se ha transformado profundamente. Las familias cambiaron, las mujeres ingresaron masivamente en el mercado de trabajo, se ampliaron derechos en distintos ámbitos y, sin embargo, la división de responsabilidades domésticas y de cuidado entre géneros no muestra transformaciones de similar magnitud.
La dedicación horaria a estas tareas, así como su asignación desigual entre géneros, tiene altos costos para las mujeres. También lo tiene para sus familias. Por un lado, cuanto más tiempo se dedica al trabajo doméstico no remunerado, menos tiempo queda disponible para ingresar y permanecer en una actividad remunerada y para otras actividades. Las investigaciones cualitativas complementan los datos de la encuesta, permitiéndonos dar cuenta de que este impacto presenta, además, notables diferencias según clase social.
Mientras los sectores medios y altos logran trasladar una parte de estas responsabilidades al mercado, contratando empleadas domésticas o servicios educativos y de cuidado, para los hogares más pobres esta opción es mucho más remota y dependen en su mayor parte de los servicios públicos o de las redes familiares y comunitarias. Este hecho tiende a profundizar las brechas no sólo de género, sino también sociales. Pero sabemos además que, en una importante proporción, las actividades domésticas se adicionan a la participación en el trabajo remunerado. Así, una significativa cantidad de mujeres adicionan tareas y responsabilidades en su vida cotidiana restando tiempo al descanso, al esparcimiento y sumando la presión de atender distintas esferas en simultáneo, procurando que ninguna se desmorone. La conciliación entre la vida familiar y la actividad remunerada se asienta así sobre las espaldas de las mujeres en la medida en que, incluso cuando los hombres participen de determinadas actividades, rara vez lo hacen en similar proporción que las mujeres y menos se consideran como corresponsables de las mismas. Así, podemos observar la construcción de un nuevo sujeto social: las mujeres malabaristas. Mujeres todoterreno que cargan sobre sí un sinnúmero de tareas y responsabilidades, en pos del bienestar familiar.
Desde el punto de vista de las políticas públicas, hacen falta medidas que logren una mejor distribución de los tiempos dedicados al trabajo remunerado y al no remunerado, ampliar las licencias por nacimiento o adopción tanto para mujeres como para varones, incorporando disposiciones que promuevan la vinculación masculina en la crianza; consolidar las transferencias de ingresos, y acompañar todo esto con servicios de cuidado infantil gratuitos, de calidad y de cobertura universal. En este punto, se requiere resaltar el rol que el jardín de infantes tiene en la actualidad para las familias, en tanto es una institución que puede al mismo tiempo educar y cuidar. La importante demanda insatisfecha que se observa año tras año en la Ciudad de Buenos Aires da cuenta de esta resignificación del papel de la educación inicial en la sociedad. Entre otras cuestiones, hace falta ampliar las coberturas de espacios educativos de gestión estatal para niños y niñas menores de tres años, pero también extender la provisión del nivel inicial en modalidad de jornada completa (actualmente sólo alcanza al 2,5 por ciento de la cobertura en todo el país).
Si hasta el siglo XX las políticas públicas se diseñaban e implementaban a partir de concebir un determinado modelo de organización familiar con varón proveedor y mujer ama de casa (mamá, papá e hijos convivientes y con tareas diferenciadas), hoy tienen que promover la redistribución de responsabilidades dentro y fuera del hogar. Es necesario también garantizar una mayor corresponsabilidad del Estado, del mercado y la comunidad. El Estado, para ello, tiene un rol central. De otro modo, el bienestar social seguirá sosteniéndose de forma cotidiana gracias a los esfuerzos, rara vez recompensados, de mujeres que hacen malabares día a día. La pregunta es si esto es, además de justo, sostenible.
* Doctora en Ciencias Sociales y autora de El cuidado infantil en el siglo XXI.
Mujeres malabaristas en una sociedad desigual (Siglo XXI, Editores, 2014).
Las sospechosas de siempre
VIOLENCIAS
En Córdoba, un fallo obliga a las mujeres que demanden la interrupción de un embarazo después de una violación a comprobar el abuso para acceder a ese derecho, en contra de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y de la Guía de Abortos no Punibles del Ministerio de Salud de la Nación, que sólo exige una declaración jurada. La palabra y el cuerpo de las mujeres abusadas sigue bajo sospecha.
Por Luciana Peker
Mentirosas. El cuerpo es un campo de batalla en donde no hay fricción que saque un dolor innombrable. Sin embargo, cuando el dolor se nombra y la palabra violación lo dice todo hay quienes en la Justicia y en la política siguen sin creer en las mujeres. Entonces, la Justicia se vuelve otra batalla y las (des)calificaciones también. Ellas, las víctimas, se vuelven mentirosas. Y son doblemente violadas.
En marzo, un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) para despejar dudas sentenció que todas las mujeres violadas tienen acceso a un aborto no punible. En el texto pidieron que se hagan protocolos de atención con el fin de agilizar el proceso, según le contó una alta fuente a Las/12. Sin embargo, en muchos lugares del país, estos protocolos son utilizados como obstáculos para que las mujeres accedan a sus derechos. En Córdoba, a pedido de un grupo ultraconservador, Portal de Belén, un fallo del juez en lo Civil y Comercial Federico Ossola dijo que las violaciones tienen que ser “verificables” y comprobadas (¿de qué forma?, ¿sólo las mujeres lastimadas o vírgenes son violadas?) en un hospital.
El fenómeno del descrédito a la palabra femenina no es local. En Estados Unidos un candidato republicano –Todd Akin– a renovar su banca como senador dijo que existen violaciones “legítimas” y que las mujeres tienen una “defensa natural” para no quedar embarazadas durante una violación. Después pidió disculpas, pero no aceptó bajarse de su postulación. “Si se trata de una violación legítima, el cuerpo de la mujer tiene mecanismos para cerrarse del todo”, inventó. Mientras que otro candidato –Tom Smith– salió a apoyarlo y comparó un embarazo producto de una violación con tener un hijo/a extramatrimonial. Aunque se olvidó de la diferencia que hay entre tener sexo con deseo o a la fuerza. En los dos casos, los políticos se oponen al derecho al aborto, incluso, en los casos de violación.
Por su parte, Eve Ensler, la creadora de Monólogos de la vagina, le escribió una carta a Akin en la que le replicó: “El supuesto que subyace a sus dichos es que no es posible tomar en serio a las mujeres ni las experiencias que padecen, que la manera en que entienden la violación ha de ser ponderada por alguna especie de autoridad superior. Este supuesto deslegitima, minimiza y trivializa el horror, la invasión y la profanación que viven las víctimas y las hace sentirse tan solas e impotentes como en el momento de ser violadas”.
En la Argentina, a pesar de los avances y retrocesos, el Estado respalda el derecho de las mujeres. Tomás Ojea Quintana, consultor legal del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable del Ministerio de Salud de la Nación, puntualiza: “La Guía Técnica para la Atención Integral de Abortos No Punibles, revisada y reactualizada en el 2010, dice que sólo basta con la declaración jurada como elemento formal que habilita al médico y al hospital a realizar el aborto no punible por violación. No es un papelito así nomás. Es un documento público. Y si una persona lo falsifica tiene una pena de prisión que es más grave que el delito de falsa denuncia. Por eso, la declaración jurada es suficiente y al sistema de salud no le tiene por qué importar el desenlace de una investigación por violación”.
La misma postura tiene la abogada Natalia Gherardi, del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), quien afirma: “La Corte sostiene que es necesario tan sólo ‘que la víctima de este hecho ilícito, o su representante, manifiesten ante el profesional tratante, declaración jurada mediante, que aquel ilícito es la causa del embarazo, toda vez que cualquier imposición de otro tipo de trámite no resultará procedente pues significará incorporar requisitos adicionales a los estrictamente previstos por el legislador penal’”. Por su parte, Alvaro Herrero, director ejecutivo de la Asociación por los Derechos Civiles, subraya: “El fallo del juez Ossola suspendió la aplicación del protocolo, pero los protocolos no son prerrequisitos para acceder a un aborto no punible. Hay muchas provincias que no tienen protocolo, y aun así, las mujeres víctimas de un hecho de violencia sexual tienen el derecho a concurrir a un hospital y solicitar la interrupción del embarazo. Y los médicos que denieguen dicho derecho son pasibles de acciones legales por responsabilidad penal y civil”.
Mientras que la abogada de Católicas por el Derecho a Decidir de Córdoba María Eugenia Monte señala: “El fallo del juez Ossola contradice abiertamente el precedente de la CSJN que es clarísima al sostener que el art. 86 del Código Penal prevé que sólo el médico y la mujer pueden intervenir en una decisión para practicar un aborto no punible y que no exige ni la prueba de la violación ni la denuncia penal para acceder a la práctica del aborto no punible y en Córdoba se pretende que los médicos constaten si el hecho ocurrió. Por eso, el fallo configura un caso claro de violencia institucional en contra de las mujeres. Además de revictimizar a las mujeres a partir de una nueva violencia desde el Estado”.
Mientras que Natalia Milisenda, la otra abogada de Católicas, cuenta los pasos a seguir: “Vamos a apelar la decisión del juez Ossola. Pero es necesario recalcar que el derecho al aborto no punible está vigente y las mujeres de la provincia de Córdoba pueden solicitar la realización de la práctica en los hospitales provinciales. La denegatoria por parte de los médicos los expone a responsabilidad penal y administrativa. Es por esto que hemos solicitado al gobernador de la provincia de Córdoba que adhiera a la Guía Nacional de Atención de Abortos No Punibles”.
Pero, ¿por qué las mujeres siguen padeciendo el estigma de ser pinochas con una nariz larga e invisible cuando cuentan que su cuerpo fue apropiado sin permiso? La psicóloga Patricia Gordon, coordinadora de la Red Solidaria de Capacitación y Tratamiento en Violencias, Abuso Sexual y Trata de Personas de Alameda Mar del Plata, opina: “La descalificación hacia el discurso de una mujer violada, maltratada, abusada no es otra cosa que uno de los bastiones de una cultura opresora falocéntrica. Justificar una violación es creer y saber que una mujer fue rebajada a la categoría de objeto. Y asentir, casi siempre desde un sitio de poder, que eso está permitido por ser mujer”.
El psiquiatra Enrique Stola desafía: “El colectivo patriarcal se siente dueño del cuerpo y alma de las mujeres. Presiona hasta la muerte para controlarlas a todas. ¿No confían? No. Ni lo van a hacer. Sólo resta seguir la lucha”.
La sociología, una ciencia que incomoda...
“La mirada de la
sociología, lo quiera o no lo quiera, interviene en las luchas por las miradas
sobre el mundo. Cuando uno piensa una institución religiosa no como algo divino
sino como una construcción histórica es problemático, sobre todo, para las
instituciones religiosas. Y eso lo puede decir Durkheim, Weber, Marx, entre
muchos otros sociólogos clásicos. Es una intervención indirecta en la lucha
política más densa: la lucha por la imposición de visiones del mundo en una
sociedad”.
Lucas Rubinich, Sociólogo Argentino
“Es que en toda
relación social hay elipsis y silencios que ayudan a seguir adelante. Verdades
que preferimos ignorar para que la vida se vuelva soportable. Por eso se dice
que la sociología es una ciencia que incomoda. Molesta porque nos dice lo que
preferimos no ver. Vivir juntos supone trabajar sobre el equívoco. Se trata de
una especie de consenso tácito que incluye omisiones y cegueras para hacer más
tolerable la vida en sociedad.”
“Cualquier poder está
montado sobre una especie de mitología: puede ser que la justicia es ecuánime,
que los lideres son infalibles, o que la democracia representa a todas las
personas. La sociología cuando explica qué es eso, indudablemente se pelea con
los poderes. Puedo decir que los laboratorios medicinales trabajan para la
salud de la humanidad, o bien puedo decir que los laboratorios medicinales
trabajan para ganar dinero, y que cuando hacen avanzar la ciencia, hasta que no
amortizaron las patentes que tenían, no fabrican los medicamentos de las nuevas
patentes. Cualquier tesis o cualquier aporte que plantea la sociología molesta
a alguien.”
Ricardo Sidicaro (1941- ), Sociólogo Argentino
“Siempre está en duda la utilidad de la sociología
cuya ‘funcionalidad’ es ser disfuncional al poder, criticar estructuras de
dominación, escudriñar el origen y la dinámica de la desigualdad. A la
sociología se la cuestiona cuando incomoda”
Javier Auyero, Sociólogo Argentino
“La sociología tiene
tantas más posibilidades de decepcionar o de contrariar a los poderes cuanto
mejor cumpla con su función científica. Esa función no es servir para algo o
para alguien. Pedirle a la sociología que sirva para algo es una manera de
pedirle que sirva al poder. Mientras que su función científica es comprender el
mundo social, comenzando con los poderes. Operación que no es neutra
socialmente. Entre otras razones, porque no existe poder que no deba una parte
–y no la menor– al desconocimiento de los mecanismos que lo fundan.”
Bernard Lahire (1963 - ), Sociólogo Francés
“Así, la apuesta es
la vez teórica y epistemológica- consiste en no dejarnos tentar ni por el
determinismo de las estructuras ni por la pura celebración de la acción
colectiva contestataria, sino más bien, en tratar de desarrollar un abordaje
que se instale en el vaivén entre la estructura y la acción. Para ello resulta
necesario insertar nuestros razonamientos en un paradigma comprensivo. Este,
lejos de presentarse como una opción políticamente correcta, en términos
investigativos, nos alerta sobre el riesgo siempre presente de los
reduccionismos de diverso tipo, al subrayar la tensión no sólo como una
dimensión originaria, sino permanente e ineliminable de la realidad social.”
Maristella Svampa, Socióloga Argentina
domingo, 10 de agosto de 2014
Para una sociología de la vida cotidiana - 1er. Capítulo - J.-V. Marqués
NO ES NATURAL
“Algunas
formas de vida distintas de las vigentes tienen gracia, indudablemente. Para
mejor y para peor, las cosas podrían ser de otra manera y la vida cotidiana de
cada uno y cada una, así como la de los ‘cadaunitos’ sería bastante diferente.
La persona lectora no obtendrá de este libro recetas para cambiar la vida ni
–sin que vayamos a hilar demasiado fino sobre la cuestión- grandes incitaciones
a cambiarla, pero sí algunas consideraciones sobre el hecho de que las cosas no
son necesariamente, naturalmente, como son ahora y aquí. Saberlo le resultará
útil para contestar a algunos entusiastas del orden y el desorden establecidos,
que a menudo dicen que ‘es bueno y natural esto y aquello’ y poder decirles
educadamente ‘veamos si es bueno o no, porque natural no es’.
Consideremos
un día en la vida del señor Timoneda. Don Joseph Timoneda Martinez se ha levantado temprano, ha cogido
su utilitario para ir a trabajar a la fábrica, oficina o tienda, ha vuelto a
casa a comer un arroz cocinado por su señora y más tarde ha vuelto de nuevo a
casa después de tener un pequeño altercado con otro conductor a consecuencia de
haberse distraído pensando en si le ascienden o no de sueldo y categoría. Ya en
casa, ha preguntado a los críos, bostezando, por la escuela, ha visto en
telefilme sobre la delincuencia juvenil en California, se ha ido a dormir y,
con ciertas expectativas de actividad sexual, ha esperado a que su mujer
terminara de tender la ropa. Finalmente se ha dormido pensando que el domingo
irá con toda la familia al apartamento. Lo último que recuerda es a su mujer
diciéndole que habrá que hablar seriamente con el hijo mayor porque ha hecho no
se sabe qué cosa.
Este
es el inventario banal de un día normal de un personaje normal. La vida, dicen.
Pero ATENCIÓN, si el señor Timoneda es un personaje ‘normal’, ‘medio’ y éste es
un día normal, es porque estamos en una sociedad capitalista de predominio
masculino, urbana, en etapa que llaman de sociedad de consumo y dependiente
culturalmente de unos medios de comunicación de masas subordinados al imperialismo.
El personaje ‘normal’, si la sociedad fuera otra, no tendría que ser
necesariamente un varón, cabeza de familia, asalariado, con una mujer que
cocina y cuida de la ropa y con un televisor que pasa telefilmes
norteamericanos.
Hablando
de José Timoneda Martinez, consideremos ahora cómo incluso su nombre está
condicionado por una red de relaciones sociales. Oficialmente no se llama
Joseph Timoneda Martinez sino José Timoneda Martínez, vuelve la cabeza cuando
alguien lo llama Pepe, se cabrea en silencio cuando es el jefe de personal
quien le llama Timoneda sin el señor adelante y, enérgica y explícitamente,
cuando es un subordinado suyo quien lo hace; insiste o no en hacerse llamar
Pepe por una mujer según el aspecto que ella tenga y se siente bastante orgulloso
de ser cabeza de familia, porque así los niños han de nombrarlo según su cargo
doméstico de ‘papá’. Hay mucho más, sin embargo, en su nombre mismo. No diré
simplemente que si hubiese nacido en África quizás se llamaría Bambayuyu, que
es un nombre muy sonoro y de un exotismo justificable por la diferencia de
lengua. No. Sin salirnos de nuestro ámbito, observaremos que no naturalmente
habría de componerse su nombre del nombre de un santo de la iglesia católica,
de un primer apellido que transmitirá a sus hijos y que le vincula al padre de
su padre y un segundo que no transmitirá y que le vincula al padre de su madre.
Es solamente una forma. Podría llamarse Joseph hijo de Joan Timoneda o hijo de
Empar Martínez, Timoneda Joseph o tomar el nombre de su origen y resultar
Timoneda de Borriaña, o haber podido elegir, al llegar a mayor, el nombre o
cuál de los dos apellidos prefería llevar delante. Podría ser de otra manera,
pero ésta es la que le ha correspondido, ya que vive aquí. Son costumbres.
Atención, sin embargo!!! Hay quien dice que ‘son costumbres’, como si,
reconocido el carácter no natural de las maneras de vivir éstas fueran
resultado de un puro azar, cuando en realidad nos reenvían una y otra vez a los
datos fundamentales de la sociedad. El nombre del señor Timoneda nos da pistas
sobre la influencia de la Iglesia católica y sobre el hecho de que los padres
‘pintan’ más que los hijos y el padre más que la madre. Eso en el nombre
solamente. Los actos cotidianos del señor Timoneda nos proporcionan muchas más
pistas.
El
señor Timoneda podría haber pasado el día de muchas otras maneras. Nada en su
biología se lo impide. Podría haber trabajado en su casa, si es que se puede
hablar de casa al mismo tiempo a propósito de un espacio de 90 m2, en un sexto
piso y a propósito de un edificio que fue la casa de los antepasados y sigue
siendo taller. La mujer del señor Timoneda podría haber estado haciendo parte
de la faena del taller y el hijo mayor también mientras aprende el oficio del
padre. El más pequeño de los críos podría haber pasado el día en la calle o en
casa de otros vecinos, sin noticia ni deseo de escuela alguna.
O
bien, el señor Timoneda podía haber pasado el día cocinando para la comuna, por
ser el día que le tocaba el trabajo de la casa, mientras los demás trabajaban
juntos en el campo, en la granja o en los talleres, grandes o pequeños, todos
proporcionalmente a sus fuerzas y habilidades; y al atardecer reunirse todos
para reírse ante una televisión más divertida o para discutir ante emisiones
más informativas.
(...)
El día del señor Timoneda podía haber sido, pues, muy distinto y también el de
las personas que le rodean. Sería un error pensar que sólo podría haber sido
distinto de haber nacido en otra época. Con el nivel tecnológico actual son
posibles diferentes formas de vida.
Esta
pequeña introducción impresionista a ‘una sociología de la vida cotidiana’
insistirá siempre sobre esa misma idea: que las cosas podrían ser –para bien y
para mal- distintas. Dicho de una manera más precisa: que no podemos entender
cómo trabajamos, consumimos, amamos, nos divertimos, nos frustramos, hacemos
amistades, crecemos o envejecemos, si no partimos de la base de que podríamos
hacer todo eso de muchas otras formas.
A
menudo, cuando se muere un pariente, te atropella un coche, le toca la lotería
a un obrero en paro, se casa una hija o te hacen una mala jugada, la gente
dice: ‘¡es la vida!’ o bien ‘¡es ley de vida!’.
Lo
que hacemos no es, sin embargo, la vida. Muy pocas cosas están programadas por
la biología. Nos es preciso, evidentemente, comer, beber y dormir; tenemos
capacidad de sentir y dar placer, necesitamos afecto y valoración por parte de
los otros, podemos trabajar, pensar y acumular conocimientos. Pero cómo se
concrete todo eso depende de las circunstancias sociales en las que somos
educados, maleducados, hechos y deshechos. Qué y cuántas veces y a qué horas
comeremos y beberemos, cómo buscaremos o rechazaremos el afecto de los otros,
qué escala y de qué valores utilizaremos para calibrar amigos y enemigos, qué
placeres nos permitiremos y a cuáles renunciaremos, a qué dedicaremos nuestros
esfuerzos físicos y mentales, son cosas que dependen de cómo la sociedad –una
sociedad que no es nunca la única posible, aunque no sean posibles todas- nos
las defina, limite, estimule o proponga. La sociedad nos marca no sólo un grado
concreto de satisfacción de las necesidades sino una forma de sentir esas
necesidades y de canalizar nuestros deseos.
Así,
pensar una bomba nueva, desear una lavadora de otro modelo, comer más a menudo
platos variados aunque congelados, valorar a los demás por el número de objetos
que poseen y dedicar los esfuerzos afectivos a asegurar el monopolio
sentimental sobre una persona no es más ‘humano’, no es más ‘la vida’, no es
más ‘natural’ que pensar nuevos trucos de magia recreativa, desear más
sonrisas, hacer una fiesta el día en que sí que comes pollo-pollo o valorar a
una persona porque tiene más capacidad de gozar que tú y está dispuesta a
enseñarte.
El
amor, el odio, la envidia, la timidez, la soberbia... son sentimientos humanos.
Pero, ¿en qué cantidad y a propósito de qué los gastaremos? ¿Es lo mismo odiar
a los judíos que a los subcontratistas de mano de obra? ¿Es igual envidiar
ahora la casa con jardín y piñada de un poderoso, cuando quedan ya pocos
árboles, que cuando eso sólo representaba un símbolo de poder o de prestigio?
¿Es igual amar a una persona sometida que a una persona libre? ¿Se puede ser
tímido del mismo modo en un mundo donde es conveniente ser presentado para
hablar con otro que en una sociedad donde todos se tutean, tratando de imponer
una familiaridad que no siempre deseamos?
‘Nacer,
crecer, reproducirse y morir’. De acuerdo, eso hacemos. Pero ¿acaso no importa
cómo y cuándo naces, qué ganas y qué pierdes al crecer, por qué reproduces y de
qué y con qué humor te mueres?
El
señor Timoneda se levanta cuando el satélite artificial se hace visible en el
cielo de su ciudad. Antes de salir de su cápsula matrimonial mira a su
compañero, dormido todavía y se coloca la escafandra individual. Hoy es un día
especial; la lotería estatal sortea simultáneamente los quince que serán
autorizados para procrear, los mil treinta y uno que se someterán a las pruebas
de guerra bacteriológica y sesenta y dos viajes a los carnavales de Río para dos
personas y una mutante. Sale a la calle ya dentro de su eteromóvil y choca
enseguida con otro. Se matan los dos conductores y el viudo del señor Timoneda
es obligado a seguir la costumbre de suicidarse en la pira funeraria. ¿Es
natural eso?
Esa
sociedad imaginaria resulta ser capitalista, postnuclear, despótica, de
atmósfera precaria y homosexual neomachista. Es una sociedad posible. Podría
ser anticipada proyectando y acentuando los rasgos de la sociedad capitalista
actual y suponiendo que hubiese tenido lugar, tras una rebelión feminista
aplastada, una eclosión de la homosexualidad reprimida acompañada de un
explícito culto al macho.
La
persona lectora tiene ante sí ahora otra sociedad. ¿Es la única posible?
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